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El cohete que pudo destruir un continente


En los años 60, la Unión Soviética desarrolló un programa para poner cabezas nucleares en órbita y lanzarlas a cualquier lugar del mundo

En nuestro habitual recorrido por la blogosfera, hoy destacamos una entrada del blog «Eureka» que nos descubre los secretos del «Proyecto Raskat», desarrollado por la Unión Soviética en uno de los momentos más calientes de la Guerra Fría.

Este proyecto tenía como objetivo desarrollar el cohete militar más potente jamás creado, capaz de arrasar los Estados Unidos en un solo ataque. El diseño de esta impresionante arma se basó en el súpercohete N-1, ideado por el ingeniero Serguéi Koroliov en los años 60 con el objetivo de llevar a cabo misiones tripuladas a Marte.

En su versión militar más potente, este cohete de tres etapas y 2.100 toneladas de peso sería capaz de poner en órbita hasta 24 cabezas nucleares de 25 o 50 megatones o varias decenas de bombas menos potentes. Además del N-1, el programa contemplaba el desarrollo de dos versiones algo menos potentes, el N-11 y N-111 y con menor capacidad destructiva.

Una vez situado en órbita, el N-1 sería capaz de destruir el grueso de las fuerzas estratégicas de los EE UU en un primer ataque masivo. Aunque los militares soviéticos sopesaron seriamente desarrollar por completo el Proyecto Raskat, finalmente fue desechado, tras decantarse por un sistema de misiles de largo alcance desarrollado por la oficina de diseño de Yangel.

El programa para desarrollar este cohete fue cancelado unos años más tarde, después de que se intentara reconvertirlo en un cohete lunar, capaz de competir con el Saturno V, encargado de poner en órbita las naves del programa estadounidense Apolo.

Tras cuatro vuelos fallidos, el mayor cohete jamás imaginado por un ingeniero ruso no llegó a convertirse en realidad por el bien de la humanidad.

FUENTE: ABC.ES

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