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OVNIS EN PARAGUAY: CRONOLOGÍA DE CASOS



“Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano”, reflexionaba una de las mentes más brillantes de la historia, Isaac Newton. Ello refleja la vastedad y complejidad que reviste nuestra realidad, en la que se manifiestan un sinfín de fenómenos, muchos de los cuales son desconocidos y “marginados” por la ciencia.

De entre estos fenómenos el que nos interesa en particular, se refiere, al fenómeno de los OVNIs (Objetos Voladores No Identificados), objetos y manifestaciones que han surcado los cielos desde los albores mismos del tiempo, produciendo acalorados debates y un sinfín de textos que recogen avistamientos y casos que no se han podido explicar satisfactoriamente.

¿A qué se refiere cuando se habla de OVNIs? Es cualquier objeto u fenómeno que se vea en el cielo (de igual forma como a escasos metros del suelo), en el que el/los testigo/s se encuentren en la imposibilidad de reconocerlos, y aun realizando una posterior investigación rigurosa de estos, no se encuentra una explicación positiva que encaje con algún artefacto o fenómeno natural conocido, y ello se descarta tanto por las morfologías, duración y comportamiento del fenómeno durante su manifestación.

Los medios de comunicación continuamente informan de estos sucesos en el exterior, sin embargo ¿Existen casos de OVNIs en el Paraguay? Existe un agujero de tamaño astronómico referido a este asunto, pareciera que no los hay, y ello se refleja en el libro del investigador norteamericano John Spencer, en su World Atlas Ufos (1992), “Varios casos realmente excepcionales han llegado a mí, otros fueron examinados por primera vez por los colegas de Brasil. Argentina y Chile tienen su parte de los también, aunque sé menos sobre Uruguay, Bolivia, Paraguay y otros países más pequeños de América del Sur por falta de datos suficientes”.

Sin embargo desde hace un buen tiempo, más de 10 años, Ronald Maidana, un paraguayo no se resignó en creer en la inexistencia de casos de OVNIs en el Paraguay, y desde entonces viene investigando, entrevistando, viajando, analizando y recopilando evidencia tanto documentos, que ilustran casos que van incluso desde finales del siglo XIX, hasta el presente. Su nombre es Ronald Rodrigo Maidana Torres (30 años), programador de computadoras, astrónomo aficionado, apasionado de varias ramas de la ciencia, corresponsal internacional de la Revista UFO (Brasil), colaborador de varias publicaciones extranjeras, quien participó como disertante en el IV Fórum Mundial de Ufología, celebrada en Brasil (2012), llegando a aparecer en una serie documental de la History Channel, “Contacto Extraterrestre”.

Conformó el grupo de skywatchers conocido como “Vigilantes del Cielo del Paraguay” (V.C.P), que apoyados con la tecnología de visión nocturna observaban meticulosamente el cielo, registrando y catalogando objetos en la búsqueda de anomalías aéreas. Véase por ejemplo las siguientes grabaciones del VCP:

– Posible OVNI registrado en 5 esferas luminosas en formación triangular



Básicamente interesa investigar los casos paraguayos, por 3 grandes razones: 1) Casi no existe el conocimiento de casos paraguayos; 2) Los casos revisten mucho interés, al manifestarse en un país que carece tecnología militar tanto como civil de vanguardia, que nos lleve a suponer erróneamente que los avistamientos se traten de algún tipo de “secreto militar”, siendo algunos casos, muchos más antiguos que la aparición misma de los primeros artefactos aéreos hechos por el hombre; 3) La falta de interés en estos temas a nivel gubernamental -y mediatico-, conlleva a la inexistencia de una política hermética para estos asuntos.

El caso más antiguo que se ha dado en la República del Paraguay, se refiere al avistamiento por parte de los Jesuitas, el 10 de agosto del año 1651, en la desaparecida reducción de San Ignacio de Ipané, ubicada en la otrora Aguaranamby, a orillas del Río Piray (actual Aquidabán). Ronald Maidana asegura haber llegado a la fuente real, con la ayuda del erudito sacerdote Jesuita, Bartomeú Meliá, al localizar el texto original en el material “Jesuitas e Bandeirantes no Itatim”, una colección de textos, cartas y manuscritos raros comprendidos desde los años 1596-1760:


Recreación del Caso Jesuita realizada por la artista paraguaya Myriam Careaga. Archivo de Ronald Maidana.

«A los 10 de agosto de 1651 entre las seis y 7 de la noche se vio en el pueblo de S. I. de Ipané y algunas leguas en contorno, se vio levantarse de la parte de Oriente un globo luminoso de extraña grandeza que en mediana altura como de las nubes vecinas vino con vuelo no apresurado sino algo lento por encima de (sic) aquel pueblo hacia el occidente, hallándose de repente el hemisferio con gran claridad como de luna llena. Iba despidiendo hacia la parte oriental de donde salió cantidad de centellas al modo de cohete; y en llegando a una niebla sutil o colina, que cubría el horizonte de occidente, antes de entrar en ella, se abrió con mayor luz y centellas, y después de encubierta aquella luz como espacio de un credo, dio un tremendo estallido como trueno, sino como respuesta de Bombarda o cañón de batir. Que causó en el pequeño, suspenso y asombro muy semejante a aquella luz que al entrar en Etiopía el Patriarca D. Alonso Méndez. Sería su curso como 16 leguas de distancia al parecer. No se ha alcanzado lo que pueda ser, porque para cometa parece la duración muy breve, el vuelo muy ratero (sic), y extraño el estallido, más propio de exhalación que de cometa, si bien parece exceso para exhalación. Nuestro señor se sirva de convertirlo todo en bien o por lo menos impedir todo mal a estas sus ovejuelas.»

De esta forma concluía la carta escrita probablemente por el Padre Superior de la Reducción, Justo Mansilla. Maidana analizando exhaustivamente su relato reluce por la cantidad de detalles que aporta, en las que se precisa la duración del fenómeno, “lo que tarda en rezarse un credo”, más de 1 min y medio, la altura a la que se manifestó, “mediana altura como de las nubes vecinas”, las nubes más bajas se encuentran a partir de 800 a 1.000 metros, esto despertaría asombro no se ha visto meteoro considerable a tan escasa altura, y lo que es más importante “se vio levantarse por la parte de ORIENTE” (ESTE), así como “que cubría el horizonte de occidente”, se deduce que el objeto luminoso se “levantó” de un extremo de firmamento para transitar toda la bóveda celeste hasta su punto opuesto (OESTE), así como esta parte importante, “con gran claridad como el de la luna llena”, en física especialmente fotometría, esto equivale a 1 Lux. Cualquiera podría pensar someramente en la hipótesis de un “bólido o meteoro de gran porte”, sin embargo es pueril suponer esto a tan poca altura, además de la inexistencia de meteoros que se levantan de una parte del paisaje y caen en otra parte, así como lo es la duración excesiva, ya que la mayoría de los meteoros caen a una razón de 3Km/s, mucho más rápido que una bala calibre 22 y lo que es peor cuando se menciona “y extraño el estallido, más propio de exhalación que de cometa, si bien parece exceso para exhalación”, una exhalación es un sonido suave, lento y prolongado, en el caso de los bólidos se escucha una explosión similar a un trueno seco, en definitiva algo se apagaba más que explotar en el aire, esto destruye por completo la débil idea de un “meteoro”.

Ronald Maidana concluye “Si aún persiste la duda, basta hacer una revisión bibliográfica a los escritos del explorador, el Dr. Johann Rudolph Rengger, durante su estadía al Paraguay en los años 1818 a 1826, en la que se ilustran casos de avistamiento de meteoros y bólidos con la terminología y contextos propios de la época. ¿Cree que pudo haber sido un globo? Imposible, el primer globo manufacturado por el hombre apareció en el año 1782, gracias a los hermanos franceses Montgolfier, 131 años después de esto. ¿Un fenómeno de rayo globular? Los rayos globulares que poseen forma esférica duran a lo sumo 30 segundos. ¿Qué es? Por el momento un OVNI en definitiva, hasta que se demuestre lo contrario”.

“Sin embargo este no sería el único suceso que se ha dado en territorio paraguayo, en mis archivos he llegado a catalogar un total de 150 casos que poseen alta extrañeza, y alta credibilidad en los informes, muchos de ellos acompañados de evidencia, fotográfica, fílmica, documental o incluso aparentemente físico de estos, el resto constituye errores de interpretación de los testigos hacia tránsito de satélites, especialmente los del tipo iridium (presentan destellos en el cielo), BLURFOS (Birds o Bugs UFOs) insectos o aves que aparecen desenfocados como puntos obscuros en la fotografía como si de un OVNI volando se tratase, esto se descarta rápidamente con un análisis informático adecuado, y un despreciable porcentaje de tan solo 4% de casos de engaño e incluso auto-engaño por parte del testigo. Esto induce a suponer fuertemente en la existencia de un fenómeno real, que no tiene nada de residual” añade Maidana.


Infografía del Caso Leverger. Río Paraguay – 26 de noviembre 1846. Archivo Ronald Maidana.

Dieciocho años antes de la Guerra de la Triple Alianza, el 26 noviembre de 1846 a 15 leguas de la Bahía de Asunción sobre el Río Paraguay, se producía otro avistamiento, el cual fue registrado por el militar brasileño Cap. Augusto Leverger conjuntamente con su tripulación que se hallaba navegando en un bergantín.

El Cap. Leverger había observado un fenómeno de un objeto luminoso “similar a la Luna Llena” (análogo al Caso Jesuita), en la que desprendía 3 cuerpos geométricos, en un vuelo extremadamente lento que demoró unos 30 minutos (Imposible para un meteoro u otro fenómeno astronómico), el documento original reposa en la “Gazeta Official do Imperio do Brasil” (1846), pág. 295. “He realizado una reconstrucción digital del cielo del suceso, para descartar algún tipo de fenómeno astronómico, así como también despierta interés el hecho de que el Cap. Leverger fue un meteorólogo, y aun así no pudo explicar lo observado. El análisis de este caso escapa al propósito de este artículo” concluye Maidana.

Por otra parte la idea equívoca de que OVNIs solo ven personas desinformadas “sin educación”, o sugestionadas se puede contrarrestar, al encontrar testigos que por su calidad de formación, pueden discernir con mayor objetividad que están observando. Como es el caso de avistamientos protagonizados por pilotos, peritos en accidentes aéreos, o personal de control aéreo en el Paraguay.

Citando un caso puntual se destaca el caso de la oleada de avistamientos que se exhibieron durante la noche del 10 de noviembre del 2009, en medio del gran apagón histórico o “blackout” por parte de una falla Itaipú (el cual no pudo explicarse hasta la fecha satisfactoriamente), en la que un 40% del territorio brasileño quedó a obscuras y un 90% el paraguayo. “Durante la investigación hallé testigos inconexos (que no se conocen) y se hallan distanciados a kilómetros, que coinciden en sus relatos, y la trayectoria que parecían proseguir unas extrañas luces rojas que sobrevolaron parte de Luque, Asunción y Lambaré durante la absoluta obscuridad” añade Maidana. Uno de estos testigos es el ATC (Air Traffic Controller), Christian Javier DelValle Avinagaldi, quien prestaba servicios en la Torre de Control del Aeropuerto Silvio Pettirossi aquella noche, durante la filmación de la entrevista realizada por Maidana relató lo siguiente:

“Prácticamente todo el Paraguay, quedó a obscuras. Me levanté de allí (señalando su oficina dentro de la torre de control), cuando he visto un primer objeto, que luego fueron dos. Y no fui el único que vio. Tomé mi móvil de muy baja calidad, para sacarle una foto, y al hacerlo, no obtenía una imagen clara, entonces dejé, y me dediqué a disfrutar de la vista, porque era algo muy raro, sobrevoló de Luque para Asunción… era una inmensa pelota roja, era una pelota roja que iba de Luque a Asunción (señalando con las manos el sitio donde se manifestó a través del paisaje que era visible por el ventanal de la torre). No podía quitarle una foto, para registrar el momento. Lentamente iba, no existía ninguna sola aeronave en ese momento en el aire, fue aproximadamente a las 21:30 de la noche cuando ocurrió”. La Unidad de bomberos también fue partícipe del avistamiento, quienes se comunicaron por radio a la torre de control:

– Unidad de Bomberos: “Torre de Control, entiendo que están observando un objeto raro que está pasando ahora mismo sobre el edificio de TAM (Transporte Aéreo del Mercosur)”.
– DelValle: “Ellos me estaban hablando de un segundo objeto había sido, porque yo estaba fijando mi mirada en el que estaba pasando por aquí, y estaba Proa-Asunción, en el ESTE. A una altura aproximada de unos 1.000 pies, como unos 300 metros de altura.

Cuando fue consultado sobre la posición exacta de los objetos luminosos, el ATC DelValle, respondió lo siguiente:

– DelValle: “Apareció por la aerovía UNIFORM ROMANCE 554, que viene de Santiago de Chile. Cómo pensé que se podría tratar de un sobrevuelo, verifico que no existía ninguna “estima” de aeronave alguna que debía estar llegando. Entonces llamó a preguntar a consultar, en otro departamento, y el que estaba de guardia, me dice que no tenía absolutamente ningún vuelo en ese sector, y era una luz enorme sobre Asunción”.

Maidana afirma “Este constituye solo uno de los tantos casos que se han dado sobre el Aeropuerto Silvio Pettirossi, que se remontan desde el “primer caso de avistamiento por parte de un piloto en Paraguay”, según he descubierto en mis investigaciones, el 29 de abril de 1966, cuando un piloto civil argentino de nombre Carlos Giúdice se hallaba pilotando su “Beechcraft Bonanza”, matrícula “LV-AON” , cuando se hallaba pilotando sobre el Río Tebicuary a una altura de unos 3.000 metros (3 Km), fue escoltado por un objeto en forma de platillo que lo persiguió, en una riesgosa situación en la que Giúdice tuve que maniobrar con la intención de disuadirlo, al no podía aterrizar, ya que se hallaba encima de inmensos esterales que significarían una muerte si lo realizaba”.


El piloto Carlos Giúdice posando con su Beechcraft Bonanza, frente al Aeropuerto Pdte. Stroessner (actual Silvio Pettirossi), quien fue el primer piloto testigo de un Ovni en Paraguay. Archivo de Ronald Maidana.

Según Maidana, Carlos Giúdice mantuvo contacto radial todo el tiempo con el antiguo Aeropuerto Pdte. Stroessner (actual Silvio Pettirossi), así como con la Torre de Control de Posadas, quienes le decían por radio que debía permanecer en su ruta aérea y mantenga la calma. Pilotos de la empresa “Navajos Centeno” afirmaron escuchar por radio las declaraciones del asustado piloto. “No obstante no siempre han sido simples avistamientos, también se han dado casos de presuntos aterrizajes de luces u objetos que han dejado secuelas físicas en el terreno en cuestión” añade.

Como han sucedido en Humaitá, Santaní y en el pueblo de Tañarandy en Misiones por citar algunos mencionados por Maidana. El pueblo de Tañarandy (del idioma guaraní, tetá añá retá, tierra de demonios o herejes), bautizado así por los desaparecidos moradores indígenas que se resistían a la evangelización por parte de los jesuitas, situado a 203,6 Km de la capital, dio un tremendo giro respecto a sus orígenes al ser conocida por sus increíbles y artísticas presentaciones religiosas que rememoran el Vía Crucis, o con “Cuadros Vivientes”, constituida por actores que en perfecto equilibrio, maquillaje y escenario dan la sensación de observar un cuadro de los artistas inmortales de la historia, o el famoso “yvaga rape” (del idioma guaraní, “camino del cielo”), un sendero polvoriento delimitado por más de 12.000 candelabros rústicos que se prenden, engalanadas con antorchas que se encienden, al tanto los estacioneros realizan una peregrinación.

Tañarandy, es única en muchos sentidos, parte de su encanto se debe a unos carteles que están colocados en cada una de las viviendas. Uno de estos murales se destaca del resto, por poseer unas dimensiones de 4×2,50, conocida como el mural de “Kandiré”, que significa “resurrección” o “el que nunca muere” en lenguaje indígena. Dicho mural se encuentra en la casa rural del mismo nombre, un sitio donde se hallan cabañas alquilables y barracas con artesanías del lugar, rancho erigido por sus antiguos propietarios, el matrimonio Mirta Isabel Clari y Baudoin Quartier.

Hacia el año 2000 en Tañarandy, el matrimonio había contratado la mano de obra de un artista popular con la técnica naif de nombre Cecilio Thompson, quien fue el responsable de los carteles, murales y demás dibujos que encontramos en el pueblo, para que pintase por la pared del rancho un enorme mural que recreara todas las anécdotas del pueblo, desde el equipo de futbol, los niños jugando, las celebraciones, búsquedas del tesoro, apariciones del luisón (mito similar al hombre lobo en el Paraguay), hasta un enorme platillo volador que aparecía allí volando sobre la ciudad en contraposición de un cielo estrellado en la pintura.

Sin embargo, culturalmente hablando el “platillo volador” representa un elemento ajeno a la cultura paraguaya, ello significa algo, probablemente se escondía una historia detrás de tal representación.

“Para comprobar tal suposición, realicé una investigación in situ, llegando a la fuente y la razón de que ese platillo volador se materialice en el mural de Kandiré.

La hija del desaparecido pintor Cecilio Thompson, Chely Thompson, también artista, revelaría detalles sobre el mural que su padre había pintado, afirmando que Don Cecilio lo había plasmado allí porque una señora que vivía cerca de allí, consiguió ver un platillo volador que descendió en su terreno en presencia de varias testigos, historia que es conocida allí en el pueblo.

Fue precisamente en el predio de la Señora Fidela Chamorro (72), especialista en remedios naturales o alternativos, donde se dio tan singular caso” comparte Maidana.

Una señora de gruesos lentes, quien se hallaba sentada en patio delantero de su casa, en un sillón de cuerdas, que con gran emoción durante la entrevista relató lo sucedido:

– Chamorro: “Fue hacia el año 1998, porque mi hija aún no había tenido su hijo. Estaba en mi casa tranquila, todavía no dormíamos, mirábamos la televisión con los niños, mi hija (Petrona Chamorro), se encontraba sentada aquí con su novio (señalando hacia el patio, al costado de la casa).

Cuando de repente se apagaron todas las luces, llorando y corriendo vino mi hija, diciendo –mamá se apagaron todas las luces-, llegó temblando (representando con las manos), la pieza se quedó a obscuras, apagándose la televisión. Ellos salieron de donde estaban, porque vieron algo que estaba bajando hacia allá (señalando el sitio), porque antes aquí no había nada (refiriéndose a la única casa que se encontraba allí al costado suyo), vio que se bajaba algo como una sombrilla pero era muy grande”. Prosiguió; – Chamorro: “Luego de un rato fui yo, nos íbamos ir a mirar, incluso los perros y todo se fueron tras nuestro, y en un momento, de repente se prendieron todas las luces.

Al día siguiente cuando fuimos a atar a las vacas, miramos donde se había bajado, y estaba totalmente quemado el pasto en esa parte. Parecía como si prendieron fuego, era grande y circular como la rueda de una carreta y mi hermano estaba allí también, me había dicho que eso podría ser signo de algún tesoro, llevando una pala, comenzando a cavar, como un metro, descubriendo todos que había sido muy profundo se quemó, ya que hasta las raíces del pasto se habían quemado”

– Maidana: “¿Todavía existe algo del redondel?”

– Chamorro: “No pero no crecen plantas ahí. En realidad son dos veces que se bajaron señor… otro día volvió a bajar lo mismo, en el mismo lugar, siendo una noche de vuelta, temíamos por nuestras vacas. En este caso ya vieron muchos vecinos, lo que si recuerdo bien fue el susto grande de mis hijos, la que estaba con su novio”.

Maidana, preguntando confirmaría que varios vecinos habían visto el mismo objeto, incluyendo un guardia que se hallaba prestando servicios cerca de una escuela, en el momento en que se había cortado la luz. Añade “En compañía de Chely Thompson, y la Sra. Fidela Chamorro, nos desplazamos hacia al costado del predio, que conducía hacia el extenso campo suyo que se hallaba detrás de la casa, con enormes plantaciones de maíz, entre otras cosas, hasta que llegamos al punto donde se había visto descender “la sombrilla oscura con luces”” comparte Ronald Maidana. Llegados a este punto el investigador resalta el detalle fundamental que la Sra. Chamorro, jamás utilizó termino alguno como “platillo volador”, “OVNI”, “nave espacial”, ni nada de esas cosas solo se refería a él como una sombrilla oscura con luces, en un intento por describir algo que se ajustaba a su concepción cultural, demostrando la inexistencia de contaminación cultural alguna o sugestión. “Comprobé indudablemente que el pasto que venía extendiéndose verde, tupida, fue decreciendo hasta el lugar donde presuntamente se posó el objeto, existiendo apenas algunos pastillos a intervalos. Tomé muestras del terreno, y los guardé preparándolos para futuros análisis laboratoriales con la tecnología necesaria”.


Sitio del presunto aterrizaje del objeto volador, se aprecia una zona donde escasea el pasto. Archivo Ronald Maidana.

FUENTE: http://www.dementesx.com/

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