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La sonda Cassini se cuela entre Saturno y sus anillos por primera vez en la Historia


Cassini finalizará su misión de 20 años, en los que ha hecho importantes descubrimientos, en septiembre - NASA/JPL-Caltech

Ha atravesado una franja de 2.400 kilómetros para explorar la atmósfera del planeta y la cara interna de los anillos a lo largo de 22 órbitas

Cuando el 15 de octubre de 1997 un cohete Titán IV inició el viaje de la sonda Cassini hacia el gigantesco planeta Saturno y sus lunas, nadie podía imaginar lo que estaba por llegar. Después de un viaje de casi 20 años, la sonda ha explorado los anillos y las tormentas de Saturno, los mares de metano de Titán y la pluma de gases de Encélado. Gracias a Cassini estos dos últimos se han convertido en objetivos prioritarios de la búsqueda de vida extraterrestre, sobre todo desde que recientemente se encontrase una posible fuente de energía para la vida en Encélado. En total, gracias a Cassini se han publicado cerca de 3.000 artículos científicos y se han descubierto siete nuevas lunas.

Pero todo viaje llega a su final. La nave (aquí puedes ver un modelo en 3D), que mide unos 4 por 6,7 metros y que apenas pesa 2.200 kilogramos, se está quedando sin combustible para maniobrar, y es cuestión de tiempo que se pierda el control sobre ella. Los científicos están obligados a evitar contaminar las lunas de Saturno con los microbios terrestres que podría haber a bordo, así que la NASA ha preparado un gran final en el que la sonda quedará desintegrada. La última etapa del viaje de Cassini comenzará este 26 de abril. Por primera vez en la historia, una nave pasará entre los anillos y el gigante gaseoso. En concreto, por un «hueco» de apenas 2.400 kilómetros y a una velocidad de 123.000 kilómetros por hora.

En las siguientes semanas, Cassini completará un total de 22 órbitas en torno al planeta y mandará datos sobre el interior de Saturno y sobre los anillos más interiores. Nunca antes ninguna nave se había acercado tanto, por lo que esta información será muy valiosa. Por ello, hasta el mismo momento en que estalle y quede convertida en una bola de fuego, la antena de Cassini tratará de apuntar hacia la Tierra para mandar datos. Esta muerte anunciada de Cassini ocurrirá el 15 de septiembre.

«Lo que aprendamos de las órbitas finales de la Cassini mejorará nuestra comprensión de cómo los planetas gigantes, y los sistemas planetarios en todas partes, se forman y evolucionan. Esto es verdaderamente un descubrimiento en acción hasta el final», dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA en Washington.

La NASA ha asegurado que el gran final de Cassini es, en muchos aspectos, como una misión completamente nueva. A medida que la nave realice sus órbitas durante los próximos cinco meses, acumulará «una impresionante lista de logros científicos».


En azul las últimas 21 órbitas de Cassini. En naranja la órbita final- NASA/JPL

¿Cuáles serán estos? Tendrán mucho que ver con los privilegiados lugares que la nave explorará. Cassini pasará cinco veces por las proximidades de la atmósfera exterior de Saturno y cuatro por las cercanías del anillo más interior, el D. Al final de su viaje, está previsto que sea capaz de sobrevivir durante un minuto dentro de la atmósfera de Saturno.

Por eso, se confía en que la nave permitirá trazar mapas detallados de la gravedad y del campo magnético de Saturno, lo que será como hacer una radiografía del interior del gigantesco planeta y una forma inmejorable de averiguar cómo gira sobre sí mismo. También se podrán mejorar los conocimientos sobre los rápidos vientos de su atmósfera.


La sonda Cassini explorando Saturno- NASA/JPL

En teoría, también se podrá entender mucho mejor cuál es la composición de los anillos y cómo se formaron. Los detectores de partículas de Cassini capturarán partículas de hielo y sus cámaras tomarán las fotografías más cercanas hasta el momento de los anillos interiores y de las nubes de Saturno.

Al final, la nave mandará datos en tiempo real a la Tierra. Un espectrómetro de masas analizará la composición de la atmósfera de Saturno. Pero un minuto después de entrar en contacto con la atmósfera, la señal de Cassini se apagará para siempre.


Recreación de la destrucción de la sonda Cassini en la atmósfera de Saturno- NASA/JPL

En 13 años de observaciones, la sonda Cassini ha permitido recoger 500 gigabytes de información científica. Pero una de las cosas más relevantes es que permitió llevar a cabo el primer aterrizaje de una sonda en una luna en el Sistema Solar Exterior: el 14 de enero de 2005, la Agencia Espacial Europea (ESA) aterrizó el pequeño módulo Huygens sobre la extraña superficie de Titán.

Un viaje plagado de sorpresas
En todo este tiempo, Cassini ha completado 200 órbitas en torno a Saturno (durante una tercera parte de su año orbital, que dura 29 años terrestres) y ha realizado 132 pasadas («flybys», en inglés) por sus lunas.

Gracias a esto, ha podido analizar cosas realmente curiosas: en septiembre de 2007 Cassini tomó fotografías muy próximas a Jápeto, una de las lunas heladas de Saturno; en enero de 2006 su radar tomó imágenes de lagos líquidos en Titán; el 31 de enero de 2013 los científicos avistaron una tormenta masiva que recorría todo el perímetro de Saturno; el 28 de enero de 2014 se identificaron un total de 101 géiseres en Encélado.

El principio del fin: hoy mismo
Se espera que a las ocho de la mañana de este 26 de abril (hora peninsular española) la nave inicie su primera órbita de inmersión. Se perderá el contacto con Cassini mientras hace sus observaciones en Saturno y está previsto que se retome el contacto con ella el jueves 27 a las 9.05 de la mañana. En ese momento, se comenzarán a descargar imágenes y otros datos.

Si la nave no se encuentra con ninguna sorpresa inesperada en la estrecha franja que separa Saturno de sus anillos, el próximo 15 de septiembre se apagará para siempre. Dejará un silencio muy largo hasta que se envíe una próxima misión, sin fecha definida, para estudiar las lunas potencialmente habitables de Titán y Encélado.



FUENTE: ABC.ES



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